Estamos constantemente bombardeados por estímulos publicitarios que intentan captar nuestra atención. Carteles publicitarios en la calle, en los autobuses, anuncios en la radio, spots en la tele… Y cuando nos metemos en el mundo virtual, banners que saltan y nos tapan la pantalla, imágenes que nos acompañan mientras bajamos el scroll leyendo las noticias, interrupciones a medio vídeo en YouTube para emitir un anuncio…
¿Nos gusta o nos agobia? Pues si los Ad Blockers son una tendencia al alza, está bastante claro…
Y aquí aparece el Inbound Marketing, o en otras palabras, el marketing de atracción. Dejar que el público vaya a la marca en vez de ser la marca quien tenga que perseguir al público.
En este post, hablaré de las cuatro fases del Inbound Marketing.
El Inbound Marketing es un conjunto de estrategias destinadas a que el público objetivo sea quien decida acercarse a la marca por iniciativa propia. La marca ha de seducirlo, enamorarlo con sus contenidos. Poco a poco, esta seducción acaba en una venta, ¡y ahí no termina todo!
1. Atraer
En esta primera fase del Inbound Marketing queremos darnos a conocer para atraer el máximo tráfico posible a nuestra web. Pero no se trata de llevar a cabo una estrategia push, bombardear con nuestra marca como si hiciésemos publicidad tradicional. Aquí se trata de preparar el terreno y estar listos para la acción.
¿Cómo hacerlo?
Poniendo a punto nuestra página web, cuidando el SEO, creando una estrategia de contenidos y por qué no, un blog. Y dándolo a conocer en las redes sociales más oportunas.
2. Convertir
Ahora que ya hemos conseguido captar un extraño y tenemos un visitante, hemos de conseguir enamorarle. Que cuando llegue a nosotros se encuentre una landing page con exactamente aquello que busca, y que a cambio, nos dé algo. No su dinero a cambio de nuestro producto o servicio, no, algo mejor: sus datos. ¿Un email? Fantástica opción, el email marketing tiene un ratio de apertura de alrededor del 30%, lo cual está muy bien.
¿Cómo hacerlo?
Creando una landing page acorde a lo que busca el visitante, ofreciéndole un formulario, una suscripción o una llamada a la acción que le permita dejarnos algún dato suyo, convirtiéndose de este modo en un lead.
3. Cerrar
¿Tienes un lead? ¡Tienes un cliente potencial en el bote! Ahora guárdalo bien en tu base de datos, base que debes utilizar sabiamente para hacer que tu nuevo seguidor quiera adquirir lo que sea que. Porque recuerda, no vendes: son ellos los que compran.
¿Cómo hacerlo?
Gestionando eficientemente tu base de datos, creando una campaña de marketing adecuada. Una buena opción es la utilización de un buen CRM.
4. Fidelizar
Cuesta diez veces más atraer un nuevo cliente que mantener la fidelidad de uno que ya hayas tenido. Está claro qué hay que hacer, ¿verdad? Además, un cliente contento hablará bien de ti y te enviará más clientes. ¡Tendrás un prescriptor de tu marca!
¿Cómo hacerlo?
Ofrece una buena atención post-venta y no olvides seguir gestionando adecuadamente tu base de datos. Monitoriza las redes sociales para saber qué se dice de ti, ofrece descuentos o promociones personalizadas, haz encuestas… En definitiva, no abandones a quien ya te ha comprado, ¡mímalo!
Como ves, el inbound marketing es una forma más sutil de lograr un mismo objetivo, las ventas. Para lograr el éxito, es necesario planear bien tu estrategia de contenidos y delegar para que te puedas centrarte en tu negocio. Planea tu estrategia de inbound marketing conmigo, ¡consúltame!